Algunos jugadores, se dice, tienen mucho vestuario. Otrxs, tienen tanto vestuario que tienen los dos. El masculino y el femenino.
Dicen los de antes que el fútbol, antes, era diferente. Se acomodan el saco y dicen: «El fútbol antes era muy distinto, pibe». Andrea Huenchupán, 42 años, también era muy diferente. Antes. El primer vestuario que pisó fue el masculino, el de Sportivo Barracas, dónde llegó a integrar el plantel de Primera. «En el fútbol hay que saber tomar decisiones», dicen los que saben, y comparten el video de algún crack. Levantar la cabeza y tomar decisiones. Un día, mucho tiempo después de cerrar la última ducha del vestuario de varones, Andrea levantó la cabeza y tomó la decisión más importante de su vida: ser ella. ¿Y el fútbol? Nunca la dejó. Porque si unx levanta la cabeza y mira: ¿tiene dueño el fútbol?
Rodeada de amistades siempre eligió el fútbol. Como escudo. Como deporte. Como descanso para su salud mental. También rodeada de amistades, las que le dió la N° 5, eligió cambiar. Transformarse. Pero nunca dejar de ser dentro de una cancha. Fue, es y será, según confiesa al menos por unos años más, jugadora de este deporte añejo y con perfil de potrero conurbano.
EL FÚTBOL: «Es el amor de mi vida. Crecí con una pelota, noches enteras jugando, a veces bajo la lluvia, en el patio de mi casa. El fútbol es el ángel que me acompañó constantemente cuando estaba triste, es lo que me salvó de la depresión”.
“El fútbol es un amor que no se negocia. Lo único que puedo decir es que invito y que ojalá se sumen muchas personas más para este deporte que me ayudó un montón”.
CONSCIENCIA: “En unos años recién voy a tomar consciencia de estos últimos meses, todas las cosas que pasaron. Hace poco volví a jugar, lo estoy haciendo más con el corazón y algunas mañas, que con lo físico”.
INCLUSIÓN: “Estoy para quien necesite una palabra o saber desde mi experiencia, entregar mi aliento o sugerencia para que se animen y no se queden en el miedo o las limitaciones”.
“Cada paso que das estás tomando un riesgo y esta no es la excepción. Quizás no a todo el mundo le caiga bien, pero si estás convencida y fuerte no hay nada que te pueda detener”.
DESAFÍOS: “El proceso que hice por mi cambio de género me resultó más sencillo que lo que hoy atravieso con el peso”.
“El sobrepeso es un problema, algo que llevo hace algunos años, desde un poco antes de la pandemia. El 75 por ciento de mi vida me puse la ropa que me gustaba y podía usar, hoy en día uso la que puedo y no la que quiero, es un momento difícil también”.
SEXUALIDAD Y DEPORTE: “Tuve la fortuna de jugar con mujeres y hombres, la homosexualidad en el fútbol sigue siendo un tabú. Con el correr de los años puede ser más natural y se dará el paso más aliviado. Hoy es muy difícil”.
Andrea Huenchupán, a sus 42 años, volvió a debutar, es jugadora en el Futsal de Los Andes y colaboradora en las divisiones juveniles de ese deporte. En su disciplina es la primera –y espera no ser la última– deportistx trans en ingresar a la cancha.
Foto: Gentileza Club Los Andes